La NBA expulsa de por vida a Sterling, dueño de los Clippers, por sus comentarios racistas
Sancionado de por vida. La NBA fue rápida y fulminante como una guillotina con los comentarios racistas de Donald Sterling. No importa que se trate del multimillonario dueño de los Clippers; el decano, ya que adquirió la franquicia de Los Ángeles en 1981. No importan los condicionantes legales que pueden dar pie a un largo litigio. No importa que la investigación en torno a las grabaciones telefónicas en que Sterling realizó los comentarios en cuestión apenas haya durado un par de días.
A Adam Silver, el comisionado de la NBA que relevó a David Stern el pasado mes de febrero, no le tembló el pulso a la hora de tomar la primera gran y peliaguda decisión que ha tenido que afrontar. Directo y sin ambages, hizo pública en apenas unos minutos la mayor sanción impuesta a un directivo en la historia de los deportes profesionales de Estados Unidos por comentarios racistas: la expulsión de Sterling de la NBA y la máxima multa permitida, de 2.5 millones de dólares, 1.8 millones de euros, que serán dedicados a la lucha contra la discriminación. “Estamos unidos en la condena de la opinión del señor Sterling. Esos comentarios simplemente no tienen cabida en la NBA. Esta Liga es mucho más grande que un propietario, un entrenador o un jugador cualquiera”, aseveró Silver. Sterling tendrá que vender el equipo si tres cuartas partes de los otros 29 propietarios están de acuerdo con la recomendación de Silver.
La expulsión del dueño de una franquicia deportiva no tiene precedentes en Estados Unidos. Marge Schott, la presidenta y dueña de los Cincinnati Reds de la Major League de béisbol, fue suspendida por dos años, en 1996, por efectuar unos comentarios pronazis y calumniar a los afroamericanos y a los judíos.
Los jugadores, los dueños de los clubes, portavoces de la lucha por los derechos civiles y hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habían clamado en contra de los comentarios racistas de Sterling y habían pedido un castigo rápido y ejemplar. Numerosos patrocinadores de los Clippers anunciaron su determinación de romper sus contratos con la franquicia.
En esencia, las frases más hirientes de Sterling en la conversación que mantuvo el 9 de abril con su novia mexicana, V. Stiviano, después de que esta publicara en Instagram una fotografía con el legendario jugador Magic Johnson, fueron: “Me molesta mucho que difundas que te estás relacionando con gente negra. ¿Tienes que hacerlo? Puedes dormir con ellos. Puedes traerlos aquí. Puedes hacer lo que quieras. Lo poco que te pido es que no lo promociones, que no los lleves a mis partidos, que no los traigas al pabellón. No pongas a Magic ahí, en Instagram, para que el mundo lo tenga que ver y luego tengan que llamarme. Y no le traigas a mis partidos ¿Por qué te haces fotos con minorías?”. La conversación fue grabada por TMZ Sports, un medio de comunicación estadounidense.
La sanción fue anunciada horas antes de que se disputara el quinto partido de los playoffs entre los Clippers y Golden State en el Staples Center de Los Ángeles. Los jugadores de los Clippers, en el cuarto partido disputado en Oakland, comparecieron con las camisetas de entrenamiento del revés, lanzaron sus chándales al centro de la cancha antes de empezar el partido y lucieron brazaletes o muñequeras negras en protesta por los comentarios del propietario de la franquicia.
Mark Cuban, el dueño de Dallas Mavericks, tuiteó poco antes de la decisión, una foto con el reglamento de la NBA y el texto: “Existe por alguna razón”. Una vez conocida la sanción, LeBron James, la estrella de Miami y de la NBA, comentó: “Gracias Silver por proteger nuestra potente y maravillosa Liga. Gran líder”.
Sterling es un multimillonario octogenario —el sábado fue su cumpleaños— que a menudo ha sido acusado de comportamientos extraños e impropios. En 1986, sin embargo, fue uno de los primeros dueños de equipos de la NBA que contrató a un general manager negro, Elgin Baylor, quien, dos décadas después, le presentó una demanda por despido injustificado, basada en la edad y la discriminación racial.
Fuente: El País