Informe PuntoEdu: Etnicidad y condiciones de vida en el Perú
El último boletín del Instituto De Opinión Pública (IOP) de la PUCP, sobre etnicidad, origen familiar – cultural y condiciones de vida en el Perú, es analizado por especialistas PUCP a partir de una pregunta: ¿qué significa que el 56.3% de entrevistados se considere mestizo?
El mestizaje puede entenderse como proyecto integrador, pero también como proyecto aglutinador de todo aquello que no sabemos definir. Según el último boletín del IOP PUCP, 1,948 personas (56.3%) de 3,460 entrevistadas, se definen como mestizas. ¿Qué quiere decir esto? El Dr. José Ragas, historiador por la PUCP, explica que el mestizaje –y su consolidación– bien podría ser considerado como una de las grandes narrativas nacionales de las últimas décadas. “Es necesario estudiar cómo esta categoría ha ido cambiando, no solo a nivel de censos, sino en cuanto discurso nacional, similar a los postulados en otros países de América Latina, donde lo “posracional” o el discurso del mestizaje ha actuado más bien de modo conciliador antes que fomentar las divisiones étnicas y sociales”, señala Ragas.
El director ejecutivo del IOP PUCP, Mg. Jan Marc Rottenbacher, considera necesario precisar que a la gente se le preguntó: “Por sus antepasados y de acuerdo con sus costumbres, ¿usted se considera de origen… ?”. “La pregunta no fue ‘en qué categoría racial se ubica’, por lo que las respuestas son subjetivas y complejas, porque tú no sabes cuál ha sido el criterio que la persona ha utilizado para responder. Tampoco se les ha preguntado qué entiende por afroperuano o qué por mestizo. En el imaginario peruano, no desde el punto de vista académico, mestizaje está relacionado con mezcla, intercambio. Probablemente, por ahí vaya la respuesta”, dice.
Otra cosa que resalta Rottenbacher es el uso de la categoría etnicidad. “No te estoy preguntando cuál es tu tono de piel o cuál es tu raza. Después de la Segunda Guerra Mundial, se eliminó el término ‘raza’ y se empezó a usar el término ‘etnia’. La etnicidad no se refiere a elementos puramente raciales, sino básicamente culturales: el idioma, las costumbres o la religión. La encuesta no ha ido por esas especificaciones”, señala.
Buscando una identidad
“La categoría mestizo actúa como un espacio de encuentro para quienes, por ejemplo, aceptan un origen multiétnico –posiblemente, padres o abuelos de origen andino- o quienes no desean reconocerse con alguna de las otras categorías, con rasgos culturales o fenotípicos más marcados”, dice el Dr. Ragas.
La Dra. Maritza Paredes, docente del Departamento de Ciencias Sociales, amplía un poco esta explicación al señalar que el considerarte mestizo no te hace precisamente uno. “Si bien el mestizaje es una categoría cómoda, no garantiza que quienes se autodenominan mestizos sean reconocidos como tales por los demás. Hubiera sido interesante preguntar cuántos de los que están en la categoría de mestizos han tenido alguna vez una experiencia de discriminación, pues creo que parte del sentirse dentro de una categoría cómoda es la búsqueda de evitar ser discriminado por ser de otra categoría”, señala.
Ella considera que hay que pensar el mestizaje como un lugar de llegada más que un lugar de partida, y como una categoría cómoda en la medida que “nos saca un poco del apuro de reconocer nuestras identidades”.
“El mestizaje como un lugar de llegada es parte de un viaje de culturas más locales a culturas más hegemónicas o modernizantes. Las rutas de desarrollo que el país ha ofrecido han pasado, queramos o no reconocerlo, por rutas de mestizaje. Es decir, de salir y abandonar culturas originarias y transitar a una educación, donde no había opción entre ser educado y seguir siendo indígena. Por ejemplo: la educación, de alguna manera, significó la negación del quechua, y el abandono de costumbres y tradiciones. Las trayectorias por las que las familias han pasado en búsqueda de un bienestar han sido rutas de aculturamiento. Entonces, no me sorprende que la encuesta recoja que la mayoría de los peruanos siente eso y que por ello se sienta mestiza”, añade la Dra. Paredes.
Etnicidad y oportunidades
El director del IOP PUCP añade que lo interesante de la encuesta ha sido cruzar la información a partir de las relaciones entre etnicidad y condiciones de vida: “Ahí hemos encontrado correlaciones importantes. Queda claro que quienes se identifican como blancos tienen mejores condiciones de vida material y mejor educación, y que quienes se identifican como quechuas, afroperuanos, aymaras o nativos amazónicos tienen más limitaciones materiales y educativas” En ese sentido, son los mestizos (72.1%) y los blancos (14.8%) quienes presentan mayor acceso al posgrado en cuanto a nivel educativo, mientras los quechuas suponen el porcentaje más alto de población que no ha tenido acceso a ningún nivel educativo (58.1%). En el caso de nivel socioeconómico, no hay ningún aymara, nativo amazónico o afroperuano que se ubique en el nivel A, donde se ubican el 55.4% de blancos y el 38.5% de mestizos.
En ese sentido, el Dr. Ragas considera que uno de los aspectos más valiosos de esta encuesta es el de ofrecer conexiones entre autopercepción étnica con condiciones de vida. “Para grupos como los afroperuanos o aymaras y nativos amazónicos, la encuesta sugiere la importancia de que las autoridades tomen acciones concretas sobre el bajo nivel de vida que dichas comunidades experimentan, algo que quizás había pasado por alto en encuestas y censos anteriores. El próximo censo va a ser un reto para entender cómo nos percibimos como país, y esta encuesta permite adelantar algunas preguntas y sugerir alternativas y posibles soluciones a dichos problemas”, dice.
Por ello, es importante ver qué nos dice la encuesta sobre la calidad de vida a la que un grupo de peruanos aspira, y cuál es su relación con la etnicidad y la ubicación geográfica. “Aun cuando se puede haber producido un trasvase hacia grupos mestizos y ya no blancos con mejores condiciones de vida, lo que muestra la encuesta es que hay desigualdades que persisten, asociadas con grupos tradicionalmente postergados, como los afroperuanos, quechua-hablantes, y los aymaras y nativos amazónicos. Y ello habla también de una concentración espacial del bajo nivel de desarrollo económico y condiciones de vida enfocada en la selva y la sierra sur”, dice José Ragas.
Más allá del mestizaje
La identidad quechua (29% a nivel nacional) y la preeminencia de dicha identidad en la zona sur pueden significar, a decir de la Dra. Maritza Paredes, un fracaso del proyecto de mestizaje. “Si uno mira el mapa, es un proyecto que tuvo más importancia en la costa y sierra norte, y en la Amazonía, pero no en todo el país. El mestizaje ha sido un proyecto político que ha tenido cierto éxito, pero que ha fracasado territorialmente”, explica.
“El estudio del IOP muestra un país multicultural y pluricultural, pero no porque lo digan los académicos, sino porque lo dice la propia gente”, dice Rottenbacher. Y añade: “Creo que se han reavivado por lo menos dos identidades culturales: la quechua y la afroperuana. Eso puede ser porque hay un cierto activismo en el caso de los afroperuanos y en el caso de los quechuas porque hay un orgullo, es una cultura que está en constante revaloración a través del reconocimiento de sus costumbres, su lengua, y hasta por el propio turismo y otras actividades económicas”.
Los resultados de este estudio aportan a un diálogo necesario, desde diferentes disciplinas, que alcance a las instancias gubernamentales responsables de trabajar sobre la multiculturalidad del país.
Puedes encontrar el boletín del IOP Etnicidad, Origen Familiar-Cultural y Condiciones de Vida en el Perú en http://iop.pucp.edu.pe/ |
Fuente: Punto Edu.