Cocaleros deforestan comunidades ante impotencia de autoridades

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Un reporte de Barbara Frase publicado en Mongabay Latam explica el enorme desafío que entraña combatir la deforestación y degradación ocasionada por colonos que con plantaciones ilegales se han convertido en un actor gravitante ante la impotencia de las autoridades.

Por Roger Tunque

El fiscal general especializado en delitos ambientales, José Luis Guzmán, visitó la comunidad nativa amazónica Nuevo Saposoa donde constató la presencia de plantaciones de coca, cuyas hojas son la materia prima para la producción de cocaína.

El fiscal, en cumplimiento de una demanda legal presentada por la comunidad, fue guiado por Teófilo Magipo, presidente de Nueva Saposoa y Roberto Guerra, presidente de Patria Nueva, al lugar donde un grupo de colonos había estado despejando tierras ilegalmente dentro de sus territorios.

El 26 de enero, un día antes de la inspección, el gobierno regional de Ucayali otorgó el título de extensión del territorio de Nuevo Saposoa, solicitado por los líderes comunitarios hace una década.

Sin embargo, contar con título no garantiza la seguridad, ya que, dos semanas después de la inspección, el fiscal manifestó haber recibido amenazas por parte de los ocupantes ilegales quienes se negarían a abandonar el área de la comunidad, ubicada dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Sierra del Divisor.

Los conflictos entre las comunidades y los colonos que se dedicaron a plantar cultivos legales e ilegales son una muestra de los obstáculos que el Perú enfrenta en sus esfuerzos por frenar la deforestación en la región amazónica.

Tal como detalla el informe de Mongabay Latam, las incursiones en el Parque Nacional Sierra del Divisor y su zona de amortiguamiento, resultan una amenaza para los grupos de indígenas en aislamiento quienes viven en el bosque a lo largo de la frontera peruano-brasileña.

Esta situación se agrava porque los funcionarios gubernamentales responsables de hacer cumplir la ley también se enfrentan a obstáculos, ya que los fiscales como Guzmán, no cuentan con presupuesto como para las visitas que realiza, y el costo de la gasolina hace que los viajes por el río sean caros.

La organización Rainforest, que ayudó a las comunidades de Nuevo Saposoa y Patria Nueva con su titulación, está enseñando a los monitores comunitarios a usar drones para vigilar sus bosques, lo que les ha permitido identificar más de media docena de campos de cultivo y una casa ocupada cerca de Nuevo Saposoa.

Acceda al informe completo de Mongabay Latam a través del siguiente enlace:

– https://es.mongabay.com/2017/02/deforestacion-pueblos_indigenas-amazonia-bosques-migracion-peru/

Categoría: Noticias, Política