Una crítica desde Purús
Querer rescatar la balsa sin rescatar al náufrago.
Por Augusto Álvarez Rodrich
A fines de agosto, esta columna resumió las ideas de la campaña de Unicef-Perú para promover la educación intercultural bilingüe, EIB (Lenguas y cultura vivas), la cual motivó una crítica del padre Miguel Piovesan, párroco de la provincia de Purús, que a continuación resumo:
Es cierto que la lengua está estrechamente ligada a la cultura, pero ¿qué sucede cuando solo se quiere rescatar una lengua, descuidando su cultura o, peor aún, dejando morir a las personas que la hablan?
La intención es espléndida, pero la experiencia concreta de recuperar las lenguas en Purús es un fracaso estrepitoso porque todo el esfuerzo parece estar centrado en rescatar la balsa sin rescatar al náufrago.
Cada cultura y persona merecen respeto y es valiosa, así como es inaceptable que se discrimine, excluya y humille por motivo del idioma.
Pero la realidad de nuestra incomunicada y ultrajada provincia es que hay varias culturas que pueblan esta frontera con gran riqueza de idiomas diferentes –sharanahua, cashinahua, culina, amahuaca, mastanahua, chaninahua, ashánincas, piros, yines, chaninahua–, pero el castellano es el idioma puente entre todas las etnias.
Aquí los niños terminan primaria sin saber castellano, y aquellos que terminan secundaria no lo saben escribir ni hablar correctamente.
Aquí la tasa de desnutrición infantil es de 33.8%, la mortalidad infantil de 31.3%, el analfabetismo del 33.8%, y la pobreza de 37.4%. No hay una gota de agua potable, solo hay energía eléctrica en la capital Puerto Esperanza durante cinco horas diarias; no hay acceso a la salud ni a la información (si bien Puerto Esperanza cuenta con servicio de Telefónica y un precario internet).
La producción es limitada y no alcanza ni un mínimo de nivel competitivo para el mercado. Por ello, la emigración al Brasil es fortísima.
¿Qué horizonte le espera al purusino con su lengua que no le abra las puertas del mundo? El objetivo es bueno y saludable, pero ¿qué uso tendrán estas lenguas maternas fuera de esta provincia?, ¿en qué periódico se podría usar esta lengua?, ¿cuánta gente se encontrará en internet para contactarla con estas lenguas? Los purusinos no pueden ser obligados a quedar estancados y excluidos, y a festejar su encierro coloreado de poesía ecológica, con una lengua materna rescatada solo para que sirva como archivo histórico.
¿Dónde podría llegar un purusino con su gramática materna? Cuando salga del Purús, ¿en qué universidad, mercado, ciudad del mundo podría usar su lengua? ‘Normalizar’ una lengua sin ‘normalizar’ a un pueblo es rescatar la balsa sin su náufrago, como ocurre en esta frontera.
Fuente: La República