Las medidas de aislamiento social y cuarentena tomadas por los gobiernos en el contexto de la pandemia del COVID-19 han dejado imágenes insólitas en gran parte de las ciudades del mundo. En la ciudad de Lima las imágenes de avenidas sin tráfico o de aves ocupando los arenales de la Costa Verde se han hecho habituales en los principales medios de comunicación locales. La reducción de la actividad productiva y la ausencia de congestión vehicular se ve reflejada en una disminución de diferentes contaminantes atmosféricos, como el dióxido de nitrógeno (NO2). Al igual que lo observado en otros países (1,2), en los que el confinamiento de su población se inició con anterioridad, el vídeo muestra la caída en la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire de la ciudad de Lima a lo largo del mes de marzo del 2020, en comparación con el mismo mes del año anterior. Estos niveles son extremadamente bajos para ambientes urbanos.
El NO2 es un gas atmosférico que se forma como subproducto en los procesos de combustión a altas temperaturas, siendo las principales fuentes el tráfico vehicular, la generación eléctrica y diversas fuentes industriales. La inhalación de este gas de manera recurrente en ambientes urbanos deriva en enfermedades respiratorias, principalmente asma, pero también bronquitis y otras enfermedades del tracto respiratorio inferior. Además, es un compuesto importante para la generación de lluvia ácida. En los índices de calidad de aire que se desarrollan en las ciudades para alertar a la población de episodios de alta contaminación, el NO2 se usa como indicador de un grupo más amplio de compuestos nitrogenados, que comúnmente se denominan NOx.
El vídeo mostrado representa las mediciones remotas de densidad de NO2 en la columna de aire obtenidas por el satélite Sentinel 5P. En la ventana de la izquierda, se representa la evolución de las emisiones históricas en el Perú desde el 1 de enero de 2019 hasta el 31 de marzo de 2020, promediadas cada 10 días. En ella, se puede observar como las tonalidades más oscuras, que representan una mayor concentración de este contaminante atmosférico, se concentran en la ciudad de Lima y, en menor medida, Arequipa y otras ciudades costeras. Asimismo, en los meses de setiembre y octubre se puede observar una alta concentración en la selva sur (Madre de Dios, Ucayali, Cusco), debido a los incendios forestales acontecidos en ese período.
En el lado derecho, se comparan las emisiones de NO2 en la ciudad de Lima entre enero de 2019 y la actualidad (ventana inferior), y las emisiones ocurridas en el primer trimestre de 2020 (ventana superior). La ventana inferior muestra un aumento considerable de la concentración de NO2 en la ciudad a comienzos de marzo de 2019, coincidiendo con el fin de las vacaciones estivales y la reanudación de actividades económicas y educativas. Sin embargo, en 2020 no se observa este incremento, pudiéndose ver una disminución muy acusada de las concentraciones (tonalidades verdes) en toda la ciudad.
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El video fue procesado en Google Earth Engine (3) por Gustavo Larrea, doctorando del Luxembourg Institute of Science and Technology (LIST) y miembro de la Red Peruana Ciclo de Vida y Ecología Industrial (PELCAN), grupo de investigación del Departamento de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Colaboraron en esta nota de prensa los investigadores Ian Vázquez y Ramzy Kahhat.
El procesamiento del video puede ser replicado siguiendo el código disponible en: https://code.earthengine.google.com/75a856ea7f980289116148db7bdc9a5d