Existe una problemática ambiental latente, en consecuencia, es importante y urgente la plena participación de todos los agentes de la sociedad a través de acciones renovadas para preservar la sostenibilidad del desarrollo y del crecimiento en beneficio de la generación presente y las generaciones futuras.
Frente al problema mundial del medio ambiente, en el año 2002, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Sociedad de Toxicología y Química Ambiental (SETAC) se unen para crear la Iniciativa del Ciclo de Vida con el propósito de poner en práctica el concepto de ciclo de vida .
La iniciativa responde al llamado que se hizo en la Declaración de Malmo 2000, llevada a cabo el 31 de mayo en Suecia donde se celebró el “Primer Foro Global Ministerial de Medio Ambiente” con la participación de más de 100 ministros del medio ambiente de todo el mundo, incluyendo a nueve ministros y viceministros de América Latina y el Caribe. Entre sus declaraciones indica un desarrollo de tecnologías que utilicen más eficazmente los recursos a fin de obtener una economía de ciclo de vida .
El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) se describe como una técnica que se originó en los años 70, cuando fue necesario visualizar los sistemas de provisión y uso de energía. Posteriormente, frente al deterioro alarmante del ambiente y de los recursos naturales que sostiene la vida de la Tierra, hubo la necesidad creciente de técnicas de medición y de comparación de los impactos asociados a la producción, uso y disposición de bienes manufacturados. El Análisis de Ciclo de Vida fue incorporada en 1991 por la Society Environmental Toxicology and Chemistry (SETAC). La aplicación de esta herramienta en la toma decisiones se puede dar en la vida cotidiana, en las empresas y en las entidades gubernamentales.
Según la norma ISO 14040, el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una técnica para la evaluación sistemática de los aspectos e impactos potenciales ambientales asociados a un producto en todas las etapas de su ciclo de vida, desde la adquisición de la materia prima, producción, uso y disposición final (es decir desde la cuna a la tumba).
La aplicación de esta herramienta es relativamente nueva en Sudamérica, siendo Brasil uno de los países que más la ha aplicado. En el Perú se conoce dos estudios de Análisis de Ciclo de Vida de los productos joyas de oro y llantas, actualmente ambos están en su última fase.
Por otro lado, la legislación nacional e internacional ya ha institucionalizado la exigencia de Estudios de Impacto Ambiental antes de la ejecución de proyectos de toda índole y de diagnósticos de impacto ambiental para actividades en curso. En este sentido, la legislación peruana a través del artículo 75 de la Ley General del Ambiente, indica que el titular de operaciones debe adoptar prioritariamente medidas de prevención del riesgo y daño ambiental y protección ambiental que corresponda en cada una de las etapas de sus operaciones, bajo el concepto de ciclo de vida de los bienes que produzca o los servicios que provea.
La Sección Ingeniería Industrial de la Pontificia Universidad Católica del Perú ha entendido esta problemática y además ha identificado un potencial de contribución al desarrollo de alternativas metodológicas aplicables, a estos casos, como la metodología internacionalmente conocida como el Análisis de Ciclo de Vida de productos y servicios.
En este sentido, en noviembre del año 2005, se crea la Red Peruana de Ciclo de Vida (RPCV), conformada por profesores de la PUCP y profesionales externos involucrados en temas de medio ambiente.