En el arte, en la literatura, después en el cine, como en la vida misma, la mujer lectora bosqueja desde hace siglos un cuadro inquietante y repleto de enigmas. ¿Por qué y para qué lee una mujer? ¿Cuándo y dónde, bajo qué circunstancias lo hace, o cómo debería hacerlo según sus mentores? Artistas, letrados y hombres públicos las representaron con un libro en la mano, con una carta, un poema, un catecismo, también leyendo periódicos y panfletos políticos. Estas imágenes, tanto antes como ahora, están teñidas de inquietud, fascinación, a veces de temores. ¿De dónde provienen tales emociones? ¿Por qué persisten a lo largo del tiempo y qué nos dicen acerca de quienes las compusieron, de quienes posaron para ellas y de quienes las contemplaron?
En este libro, Graciela Batticuore analiza la relación entre estos imaginarios y sus prácticas a través de un recorrido por diversos escenarios de la cultura argentina, desde el contexto pre y posrevolucionario en el que asoman las primeras figuraciones, hasta fines del siglo XIX y principios del XX, cuando la imagen de la lectora se naturaliza entre el público moderno. En el cruce de diversas coordenadas –que juntan ilusiones amorosas, anhelos libertarios de emancipación femenina y expectativas de Estado–, la mujer lectora y escritora tiene una historia en la que se enhebran pasado y presente de la cultura argentina.