Tratado de Paz entre el Perú y Ecuador: Condorcanqui es una provincia que merece toda nuestra atención

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Por: Shuar Velásquez / Presidente de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú-CCPIP

A 20 años de cumplirse la firma del acuerdo de paz entre el Perú y Ecuador, la provincia de Condorcanqui, en el departamento de Amazonas, lugar donde se desarrolló el conflicto armado, está lejos de integrarse al Perú y mucho menos de lograr un desarrollo. De una geografía accidentada, esta provincia está poblada en su mayoría por indígenas awajún y wampís y es considerada una de las jurisdicciones más necesitadas del país.

No es falsa esta aseveración. Los diferentes informes existentes en los medios confirman que entre el año 2000 y el año 2016 se han reportado más de 80 casos de sida y cerca de 400 casos de VIH. El 80% de las madres gestantes de esta provincia sufre de anemia y el embarazo adolescente alcanza el 20% del total de las mujeres.

Según otros informes también, más del 90% de las comunidades que habitan Condorcanqui no tienen acceso a agua potable y cerca del 97% de la población en general no cuenta con sistemas de desagüe ni energía eléctrica. Los medios de comunicación como la telefonía y la Internet son escasos y la inexistencia de carreteras dignas ha hecho que los costos de vida sean elevados.

El narcotráfico y la corrupción han hecho de Condorcanqui un paraíso de la ilegalidad. Alcaldes provinciales han visto en la función pública el medio principal para salir de la pobreza. En las últimas elecciones acaba de ganar un ex alcalde en cuya primera gestión jamás se solucionó el problema del agua en la capital: Santa María de Nieva. Una obra de doce millones de soles.

A dos décadas de cumplirse el fin de los episodios bélicos en el Cenepa, el presidente Martín Vizcarra debería implementar medidas para concederle el reconocimiento olvidado. Una de esas medidas es declarar a la provincia de Condorcanqui como una provincia heroica. Condorcanqui ha sido espacio de dos jornadas bélicas (la del Cenepa en 1995 y Falso Paquisha en 1981). En ambos conflictos han fallecido peruanos awajún y wampís. La declaratoria tendría que ir de la mano de la canalización de recursos para invertir en salud, infraestructura y proyectos productivos.

Otra medida es la lucha frontal contra la corrupción. El Estado debe crear estándares de anticorrupción para la gestión pública local. En Condorcanqui hay tres distritos: Cenepa, Santiago y Nieva, pero en ninguno de ellos notamos avances significativos en cuanto al desarrollo. Asimismo, el Ministerio Público, la Contraloría y el sistema judicial deben estar encabezados por personas idóneas. Actualmente Condorcanqui es un lugar para el abuso ilegal, el soborno y la perversión de la justicia.

La presencia militar es, sin duda, una necesidad impostergable en la lucha contra el narcotráfico. Para ello resulta fundamental reforzar los puestos de control existentes, además de más personal militar. Si bien es cierto que la Policía cumple un rol esencial en el tratamiento de la seguridad urbana, en lo que respecta a Condorcanqui ha perdido autoridad, toda vez que, para una provincia de mayoría indígena, este cuerpo de seguridad es visto como un enemigo potencial, dada su historia de enfrentamiento en el ‘Baguazo’. El fortalecimiento del cuerpo militar resulta esencial a la hora de neutralizar el avance de este mal que ha empezado a enquistarse.

Por otro lado, la educación es la mejor vía para crear ciudadanos que, respetando sus valores tradicionales, puedan participar de la vida pública. Es por eso que la solicitud del profesorado es pasar de ser una dependencia donde se imparte la Educación Básica Regular-EBR a otra de Educación Intercultural Bilingüe-EIB. Esta solicitud es lógica toda vez que la provincia de Condorcanqui es una provincia mayoritariamente indígena. Este tránsito no debe dejar de lado la importancia del diálogo entre Occidente y las comunidades nativas. La interrelación es crucial para formar estudiantes capaces de analizar ambos mundos.

Finalmente, no es novedad que los peruanos nos olvidemos de los episodios que han marcado nuestra identidad. Por eso, la autoridad máxima de la nación tiene la facultad de revertir esta situación tomando cartas en el asunto. Condorcanqui es una provincia histórica que le ha dado bastante al Perú y hoy nos necesita. Haciendo un paréntesis de las divisiones políticas que nos aquejan estos días, tenemos la posibilidad de hacer de esta provincia la plataforma para unir a todos los peruanos.

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