Junín: nace la cooperativa indígena del valle del Río Perené

 

Fraida Bartolo Pineda es presidenta de la cooperativa ashaninka «Kasankari Kemito». Créditos: Ana Espejo.

Se trata de una organización indígena que se dedicará al cultivo  del cacao y otras actividades amigables con el medio ambiente.

El viernes 14 de setiembre, unos 180 productores indígenas de cacao, de las comunidades nativas del Valle del Perené, eligieron en acto de sufragio al Consejo de Administración e instancias de conducción de la primera Cooperativa Ashaninka “Kasankari Kemito”, para el  período octubre 2018-octubre 2021, en el distrito de Pichanaki.

Fraida Bartolo Pineda, productora de la comunidad de Impitato Cascada, en Pichanaki, es la primera mujer ashaninka elegida presidenta. La acompaña Jhon  Dalton Cristobal, de la comunidad Boca del Ipoki, como vicepresidente, en el Consejo de Vigilancia, Gloria García, de la comunidad de Churingaveni.

La Cooperativa también cuenta con un Comité de Educación y un Comité Electoral. En la elección participó en el Comité Electoral la Central de Comunidades Nativas de la Selva Central, el Instituto Nacional de Innovación Agraria y la Municipalidad Distrital de Pichanaki.

Este proceso es el inicio de una acción colaborativa del proyecto Mejoramiento de los  sistemas de producción de familias indígenas”, que se aplica en el valle del río Perené, en Junín, a cargo de Servicios Educativos Promoción y Apoyo Rural (Separ), con el apoyo de Pan para el Mundo.

El proyecto se implementa en alianza con la Central de Comunidades Nativas de la Selva Central (Ceconsec), organización indígena que enfatiza la producción sostenible del cacao y otros cultivos, como el plátano, así como la actividad acuícola y forestales, en un modelo cooperativo.

Entre los objetivos de la Cooperativa figuran el de articular la producción orgánica y certificada en los mercados y mejorar la producción y calidad de los productos agropecuarios cultivados y de recolección silvestre, transformación u otro tipo de valor agregado compatible con sistemas de producción sostenible y conservación de la biodiversidad.

También pretende iniciar un desarrollo económico con autonomía e igualdad, como base para un modelo cooperativo de economía indígena solidaria e inclusiva.

Fuente: La República

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